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Trump insiste en reunirse con Kim Jong-un en cumbre con presidente surcoreano

Donald Trump. (Fuente externa)

WASHINGTON. – El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, insistió en su deseo de reunirse con el líder norcoreano, Kim Jong-un, durante la cumbre que celebró este lunes en Washington con su homólogo surcoreano, Lee Jae-myung, quien le instó a retomar el diálogo con Pionyang y a abrir así una «nueva era de paz en la península coreana».

«Haremos que las relaciones (diplomáticas) sean mejores», añadió Trump que incluso sugirió que podría tratar de «arreglar» una cumbre entre Lee y Kim.

Depues de que Pionyang se retirara del diálogo sobre desnuclearización con Washington en 2019 al considerar inaceptables las demandas de desarme estadounidense, el régimen norcoreano ha cortado todo diálogo y desechado la meta de una unificación pacífica con el Sur e ignorado los llamamientos para retomar el diálogo con la Casa Blanca.

Por su parte, Lee consideró que lo dicho a principio de agosto por la hermana del líder norcoreano, Kim Yo-jong, que aseguró que la relación entre Trump y el dictador «no es mala», constituye «una señal de que Corea del Norte está esperando».

Una torre Trump en Pionyang

Lee dijo que ansía reuniones como las de 2018-2019, afirmó que espera que el magnate neoyorquino pueda llegar a construir una torre en suelo norcoreano y jugar al golf -pasatiempo favorito del presidente estadounidense- con Kim, y deseó, en definitiva, que Trump pueda marcar «el comienzo de una nueva era de paz en la península de Corea.

También consideró que durante el primer mandato de Trump (2017-2021) la situación en la península fue «estable» y que durante la etapa en la que gobernó Joe Biden (2021-2025) el panorama se deterioró debido a que Pionyang desarrolló aún más sus capacidades armamentísticas.

«Eso no habría pasado si yo fuera presidente», replicó Trump, algo con lo que Lee se mostró «totalmente de acuerdo».

En el plano económico, Trump aseguró que ambos países hablarán sobre la posibilidad de que los astilleros de Corea del Sur, segunda potencia global en el sector, construyan barcos para el ejército estadounidense de cara a ayudar a recortar la brecha que se ha abierto entre las capacidades marítimas de Washington y Pekín, que cuenta con la mayor flota militar naval del mundo.

«Estamos considerando la posibilidad de contratar (la construcción de) algunos barcos. Los construyen muy bien en Corea del Sur. También están considerando la posibilidad de venir a nuestro país con algunos astilleros para que podamos retomar el proceso de construcción naval», explicó el presidente estadounidense.