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Las alternativas de Abel Martínez y el PLD

Elvin Castillo. (Fuente externa)

Cuando Abel Martínez decidió presentarse como precandidato presidencial del PLD de inmediato lo elegí como el favorito a ganar la consulta por distintas razones que parecían ser lógicas para que el partido morado pudiera tener opciones de volver al poder de manera más rápida.

Veía en Abel una nueva generación asumiendo el liderazgo de ese partido con características interesantes y una hoja de vida de éxitos tanto en la presidencia de la cámara de diputados como en el ayuntamiento de Santiago.

Pero una de las razones de más peso que tenía para visualizar con él el camino más corto a las posibilidades de ese partido volver al poder era su relación histórica con Leonel Fernández, cuando fue un dirigente clave en esa corriente mientras estuvo dentro del PLD y por ende podía proyectarse que construir una posible alianza con quien actualmente dirige la Fuerza del Pueblo era mucho más fácil que con cualquiera de los otros posibles candidatos.

Al día de hoy ya han pasado unos meses de que Abel Martínez es el candidato del PLD (aunque queda una brecha) y por más esfuerzos que han realizado tanto el, su equipo, el comité político y todo el partido, esa candidatura no termina de arrancar y eso tiene varias lecturas y se las explico a continuación.

Primero:

La marca del PLD después de un periodo de 20 años de gobierno sufrió un desgaste natural que en 2 años es difícil de recuperar.

Segundo:

El desprendimiento y división del partido teniendo del otro lado uno de sus líderes históricos aspirando también a la presidencia hacen cuesta arriba la consolidación de un proyecto dentro del PLD de cara al proceso del 2024.

Tercero:

Abel tiene muchas cualidades como producto político y es la novedad del proceso pero aún así le falta pulirse, profundizar más en los temas y tener un poco menos de ego, todas esas cosas se van trabajando con los años (recordemos cuantas veces tuvo que aspirar Danilo, Lula, López Obrador y muchos otros antes de ser presidentes).

Cuarto:

Con las fuerzas peledeístas históricas divididas es práctica imposible desde la oposición construir un proyecto ganador.

Quinto:

La sombra de Danilo rondado eclipsa la posibilidad de que Abel como candidato despegue y las renuncias de dirigentes de todos el país se han incrementado en lugar de disminuir después de su elección.

¿Cuáles opciones veo para Abel y el PLD?

Siendo pragmático y racional Abel debe definir escenarios reales y que estén en su control.

Abel debería irse a lo seguro, definir prioridades, número uno detener la salida de dirigentes generando expectativas de poder y eso sólo se logra en esta coyontura con la confirmación de una gran alianza opositora que ponga al gobierno y a la opinión pública a dudar de las posibilidades de éxito del gobierno reeleccionista.

Pactar una alianza municipal y congresual con la Fuerza del Pueblo y otras fuerzas en un gran bloque, con la condición de seguir corriendo solo en el nivel presidencial en primera vuelta para validarse, medirse y ver sí realmente podría quedar en segundo lugar (saber qué cantidad de votos sacaría solo), luego de conseguir una cantidad importante de alcaldes, diputados y senadores en su boleta del PLD gracias a esa alianza negociada por Abel ya sería el líder indiscutible de ese partido.

Sí eventualmente quedase en el nivel presidencial en tercer lugar en la primera vuelta sin problemas si yo fuera Abel pactaría un apoyo a la Fuerza del Pueblo y Leonel (previamente negociado) donde obtendría la mitad de los puestos del gobierno para poder garantizar las expectativas a sus cuadros y esos decretos designarlos él, de esa manera detendría la hemorragia, fortalecería el partido y lograrían el objetivo de desplazar el PRM del poder tan rápido como en 4 años.

Evidentemente para tomar ese tipo de decisiones hay que tener madurez política, ver más allá de la curva y entender que todo en la vida es un proceso, pero sí el ego y la inmadurez política del candidato y algunos consejeros te hace tomar decisiones erradas las consecuencias serán aún más devastadoras que en el año 2020.

El nuevo responsable del fracaso o el éxito electoral ya sería Abel por ser la cara de la boleta de cara al 2024, yo haría lo que he planteado más arriba y así salgo de la sombra de Danilo en cuanto al control del partido y las negociaciones políticas, y en lo adelante sigo madurando y trabajando mí perfil de cara a 2028 (En caso de no quedar en segundo lugar) pero ya desde el poder y con una realidad muy distinta a la actual.

Al final la única manera de amenazar las posibilidades de el PRM mantener el poder es con una gran alianza opositora, si eso no se produce no habrá manera de que ninguno de los partidos de oposición tenga éxito.  Por Elvin Castillo

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