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Corripio: El progreso depende más de la perseverancia y el trabajo, que del conocimiento

El empresario José Luis "Pepín" Corripio. (Fuente externa)

RZ NOTICIAS, SANTO DOMINGO.- Para el empresario José Luis  «Pepín» Corripio el progreso depende más de la perseverancia, la constancia y del trabajo sin límite, que del conocimiento.

Sostuvo que las nuevas generaciones fallan al ver en la tecnología la solución a todos los problemas e ignorar que, puede ser simple para una persona «analfabeta», hacerse rico, respetando las reglas elementales del progreso económico: Comprar barato, pelear los precios y trabajar mucho.

Pepín Corripio destacó la formación que recibió de sus padres, sobre la importancia del trabajo duro y persistencia, como una de las claves que han marcado su trayectoria empresarial.

Corripio realizó estas declaraciones durante una entrevista concedida a Julio Hazim, Michael Hazim y Carlos Alonzo en el programa «Síntesis con Michael Hazim», que transmite la plataforma digital El Nuevo Diario TV.

 

De izquierda a derecha: José Luis «Pepín» Corripio, Julio Hazim, Michael Hazim y Carlos Alonzo.

Con nostalgia, recordó que su educación basada en el realismo de la vida comenzó un día de intensas lluvias, cuando su padre, pese a estar rodeado de colaboradores, tomó una pala y lo invitó a destapar las alcantarillas para evitar que su negocio se inundara, y esto, es algo que ha procurado enseñar a sus hijos.

«Esa lección fue tan importante que hoy, a los 91 años, yo puedo decir que yo destapo una cuneta si hay que destaparla. Ahí fue que empezó la educación con el sentido realista de la vida», narró.

En ese aspecto, reconoció que haber contado con el apoyo de sus padres y recibido una buena educación influyeron en el éxito que ha alcanzado. No obstante, enfatizó que la suerte debe ser respaldada con esfuerzo, trabajo duro y dedicación para alcanzar el verdadero progreso.

Las emociones extremas no son buenas para los negocios

Siendo un veterano en el mundo empresarial, Pepín Corripio advirtió que uno de los peligros más extremos a la hora de hacer negocios es tomar decisiones basándose en emociones extremas.

«Es muy peligroso hacer negocios, muy contento, muy disgustado o muy deprimido, esos extremos son peligrosos», expresó.

En ese sentido, expuso que con los años se dio cuenta de que acompañar sus decisiones con una tanda de ejercicios, lo hacía más lúcido e independiente de los impulsos de actuar sin razonamientos.

«La mayoría de las personas toman las decisiones, con la reacción inmediata y visible de la acción que toman, pero se olvidan de que cuando uno tira la pelota contra la pared, contra la tirada, pero no controla el rebote. Hay que saber que cuando se tira la pelota, donde tú quieres que rebote, muchas veces se toman decisiones sin tener en cuenta esa consecuencia lógica de la decisión», comentó. Fuente: El Nuevo Diario