RZ NOTICIAS, SANTO DOMINGO.- El presidente Luis Abinader reconoció este lunes el haber recibido una advertencia del consultor jurídico del Poder Ejecutivo, Antoliano Peralta, sobre un posible conflicto de intereses al designar a Carlos Pimentel como titular de la Dirección General de Alianzas Público-Privadas (DGAPP), mientras ocupaba también la Dirección General de Compras y Contrataciones Públicas (DGCP).
«La explicación estaba en el segundo artículo de ese decreto, quizás no se explicó como se debía, pero lo que se buscaba era fusionar todo ese sistema y si nombro dos personas no se iba a realizar con la rapidez debida. En el tema de eficientización del Estado y unificar todo el sistema de compras y contrataciones porque las APP son compras», dijo el gobernante durante LA Semanal con la Prensa, donde aseguró además, que la designación fue hecha en consenso.
«Recibimos la comunicación del consultor jurídico (Antoliano Peralta) y su advertencia fue discutida en la reunión del equipo jurídico, pero se decidió la designación en consenso», aseguró.
El artículo del Decreto 614-24 al que se refirió el jefe de Estado, dice lo siguiente: «El director ejecutivo de la Dirección General de Alianzas Público-Privadas y de la Dirección General de Contrataciones Públicas, deberá presentar al Poder Ejecutivo, en un plazo de 12 meses, una propuesta detallada para la readecuación estructural y normativa de la Dirección General de Contrataciones Públicas (DGCP) y de la Dirección General de Alianzas Público-Privadas (DGAPP). Esta propuesta tendrá como finalidad la optimización de los procesos operativos y regulatorios, alineando ambas instituciones bajo los objetivos estratégicos del Estado dominicano, a fin de garantizar la eficacia, transparencia y coherencia en la implementación de las contrataciones públicas y las alianzas público-privadas».
La advertencia del consultor jurídico
En un comunicado emitido el 3 de octubre, Peralta expuso, que aunque la designación de Pimentel no violaba directamente ninguna disposición legal, presentaba riesgos de conflicto de interés, especialmente en relación con la Ley 47-20 de Alianzas Público-Privadas. Según Peralta, la presencia de una misma persona en ambos cargos podría comprometer la transparencia de los procesos de contratación, ya que Pimentel participaría en decisiones del Consejo de la DGAPP, donde se aprueban contratos públicos y luego supervisaría esos mismos contratos desde su rol en Contrataciones Públicas.
«El hecho de que una sola persona ocupe ambos cargos podría generar un conflicto, al participar en decisiones del Consejo y en la posterior ejecución de procesos de contratación en la DGAPP», indicó Peralta en su advertencia. Además, subrayó la necesidad de que la DGCP mantuviera su papel como regulador independiente de todos los procesos de contratación, incluyendo los de la DGAPP, para evitar cualquier percepción de parcialidad o interés cruzado.
El objetivo detrás de la doble designación
Abinader explicó, que la doble designación de Pimentel respondía a una estrategia de integración para mejorar los procesos de ambas instituciones, lo cual está especificado en el Decreto 614-24. En el segundo artículo de dicho decreto, se establece que el director de ambas entidades debe presentar al Poder Ejecutivo, en un plazo de 12 meses, una propuesta detallada para la readecuación estructural y normativa de la DGCP y la DGAPP, con el fin de «optimizar los procesos operativos y regulatorios, alineando ambas instituciones bajo los objetivos estratégicos del Estado dominicano».
El objetivo, indicó el mandatario, es asegurar la «eficacia, transparencia y coherencia en la implementación de las contrataciones públicas y las alianzas público-privadas». Al integrar ambas funciones bajo la dirección de Pimentel, Abinader buscaba simplificar la administración de proyectos de interés público y reducir la burocracia en un sector clave para el desarrollo de infraestructura y servicios en el país.
Reacciones y renuncia de Pimentel
La designación de Pimentel generó fuertes reacciones por parte de sectores políticos y civiles, incluyendo a Participación Ciudadana, organización de la sociedad civil de la que Pimentel fue miembro antes de ingresar al Gobierno. Los críticos argumentaron que la concentración de ambos cargos en una sola persona, ponía en riesgo la objetividad y la supervisión imparcial en los procesos de contratación y alianzas, elementos esenciales para la transparencia y la confianza pública en las instituciones.
Ante la polémica, Pimentel renunció a la titularidad de la DGAPP, manteniéndose en su rol al frente de Contrataciones Públicas. Su nombramiento en la DGAPP estaba previsto para ser «a título honorífico», lo que también suscitó críticas sobre la posible incompatibilidad de ejercer ambos cargos de manera efectiva.